lunes, 23 de noviembre de 2015

Welcome to the Metal Zone

Hace un par de meses, sin motivo aparente, sentí el impulso irrefrenable de comprarme un pedal Metal Zone MT-2 de BOSS. Tenía buenas críticas, lo recomendaban para conseguir distorsiones heavy metaleras a tope, y además había bastante oferta en el mercado de segunda mano. Quería probarlo e intentar mejorar el sonido WELLFIRE, así que tras duras negociaciones conseguí agenciarme uno!


Antes de tenerlo en mi poder, mi mente ya comenzó a fraguar una canción para homenajearlo jeje. A día de hoy esa canción ya está casi terminada, y se titula Welcome to the Metal Zone. Tiene un riff machacón de puro metal, con la distorsión más exagerada que pude conseguir.

Pero, paradojas de la vida... esa distorsión la conseguí con mi siempre fiel multiefectos V-Amp2 de Behringer. Resulta que comparándolo con el Metal Zone me convencía más el sonido del Behringer. ¿Cómo es posible?


Mi explicación racional es que el V-amp2 es un todo en uno, te simula gabinetes, te añade efectos, te permite seleccionar diferentes amplis, etc. En cambio el pedal se limita a ofrecer una buena distorsión, pero para acabar de completar el sonido habría que añadirle más pedales en línea (compresor, reverb, etc). Así que el Metal Zone no es que sea malo o inferior, simplemente necesita más apoyo.
Pero bueno, para la guitarra solista grabaré con el BOSS sí o sí. La canción es un homenaje encubierto al Metal Zone, así que estoy obligado a utlizarlo.

Respecto a la letra, es la típica oda al metal. Te viene a decir que si estás harto de la rutina (o el "tedio" como dirían los hermanos de Castro, jeje"), que te pases al heavy metal y tus problemas no desaparecerán, pero los olvidarás por un rato jejeje.

Estoy contemplando seriamente cantarla yo. Ando mal de vocalistas, así que si quiero que el proyecto siga adelante y las canciones no mueran en al sala de espera no me queda otra opción. Eso sí, ya he hecho pruebas para distorsionar la voz como si saliera de un megáfono. La voz tan saturada queda más industrial y se aleja de mis influencias clásicas ochenteras, pero que narices, experimentación al poder!